La historia del lokum se remonta a hace al menos 230 años, lo cual lo convierte en uno de los dulces más antiguos del mundo. Dice una leyenda turca que un sultán del país reunió a todos los expertos en confitería de su reino y les pidió que crearan un dulce único que añadir a su famosa colección de recetas secretas. Y tras una extensa investigación culinaria, nació el lokum.
En 1776, durante el reinado del sultán Abdul Hamid I, un confitero con mucha experiencia, Effendi de Bekir, llegó a Estambul procedente de una pequeña ciudad de Anatolia. Bekir abrió una pequeña tienda en el centro de la ciudad, y muy pronto ganó dinero y fama entre un pueblo tan goloso como es el turco. Se puso de moda entre las damas regalar a sus amistades lokum envuelto en pañuelos especiales de encaje, una costumbre que también adoptaron las parejas en el cortejo, tal y como quedó documentado en las canciones de amor tradicionales de aquella época.
En el siglo XIX, el lokum llegó a Occidente. Durante un viaje a Estambul, un británico de nombre desconocido compró varias cajas de lokum y las envió al Reino Unido, donde el dulce fue comercializado como Turkish Delight(Delicia Turca), nombre con el que aún hoy es conocido.
Picasso lo comía a diario para concentrarse en su trabajo, mientras que el lokum favorito de Winston Churchill y Napoleón era el relleno de pistacho.
El nombre original completo de este dulce es 'rahat lokum'. La etimología de la palabra lokum ha traído de cabeza a los lingüistas durante muchos años. Parece ser una variante del árabe 'rahat al-hulkum', algo así como 'satisfacción para la garganta', mientras que en turco otomano significa 'pedacito de satisfacción'.